jueves, 30 de octubre de 2014

Entradillas Forellianas Nº 22: Por qué me gustan los cómics

Ésta pregunta es algo que, a pesar de ser tan evidente y que normalmente hacemos a los demás, pero no a nosotros mismos: ¿Por qué nos gusta lo que más nos gusta en el mundo? Me sé de personas allegadas a mí que realmente lo tienen claro y presente, pero hay otros que no, que ni siquiera se molestan en plantearse ni qué van a comer dentro de dos horas. En mi caso, los cómics son lo que realmente me apasiona. Desde pequeño siempre he sido de leer, y recuerdo que empecé leyendo cosas como Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape o Spider-Man cuando tendría, quizás, entre 8 y 10 años. No creo que sea simple coincidencia que hoy día, a mis 19 años, me encante tanto como el primer día. Sí, de acuerdo, hubo un tiempo en el que lo dejé de lado por el Wrestling y tal, pero ése tiempo de ausencia no hizo más que enseñarme que mi verdadero amor es el llamado extraoficialmente noveno arte.

Me encanta porque es, además de entretenimiento, una vía muy divertida para contar historias, aportarnos un poco de filosofía y enseñarnos lecciones vitales. De Saint Walker aprendí que, pasase lo que pasase, no debo perder la esperanza y que no debía preocuparme, pues "Todo irá bien"; de Superman aprendí que el superhombre (como bien lo definió Nietzsche en su momento) es aquél que tira a la basura los valores inservibles y anticuados y tiene el valor y la voluntad de crear los suyos propios; de DareDevil aprendí que no importa cuánto haga la vida para ponerte la zancadilla, no importa cuántas desgracias vivas y no importa cuánta gente hay en el mundo intentando hundirte... Porque en nosotros reside lo más vital para vivir felices: poner una sonrisa bien grande, transmitir buenas energías y, sobre todo, ser uno mismo; los X-Men me enseñaron que la sociedad es una estúpida por temer algo que no sólo no se molestan por comprender, sino que no tiene por qué ser malo; Lobezno me enseñó una técnica sexual bastante buena... Y podría poner muchísimos más ejemplos, pero entonces ésto pasaría de ser una "Entradilla" a una "Entradota", y no es el caso. Les invito a que, en los comentarios, reflexionen sobre qué es lo que más les gusta en el mundo y por qué. ¡Nos veremos por ahí!

jueves, 23 de octubre de 2014

The Voice Of Lyrics Nº 29: Carta a Dios (O a quien coño sea)

A cualquier ser supremo, ente galáctico o fuerza sideral que rija el universo (en caso de que existas):

Soy un ser humano de los miles de millones que habitan este planeta. Te escribo desde Gran Canaria, una isla perteneciente al archipiélago canario, uno de los más explotados, colonizados e infravalorados del primer mundo. No estoy seguro de que existas. Por tanto, si estás leyendo ésto, es porque existes. Si no, tampoco se pierde nada. Al menos me paso un buen rato filosofando y escribiendo, actividades que me gozo bastante en solitario y muchísimo más si practico ambas al mismo tiempo. Aclarado ésto, empiezo la carta.

Muchas veces tengo dudas sobre tí. Una de ellas es, como ya habrás podido ver, si existes o no. Los Homo Sapiens se han estado matando entre ellos durante mucho tiempo (e incluso a día de hoy siguen haciéndolo) por si existes o no y de parte de qué gente estás. Las opiniones al respecto están bastante divididas: Unos dicen que existes y te llamas Dios, o Jesucristo, o Yavé, o Alá. Otros dicen que no existes pero en realidad lo que hacen es tratarte como a un concepto y no como a un ser (por cierto, te llaman Ciencia). No voy a marearte con los matices y variaciones que hay de uno u otro bando porque no tengo tiempo para eso y no creo que sea totalmente necesario para expresar lo que quiero en ésta carta que, si existes, supongo que estarás leyendo por un casual. La cuestión es la siguiente: Soy demasiado grande y retorcido para creer en unos estafadores sin escrúpulos que matan, roban y violan en tu nombre desde hace milenios, pero también pienso que éste mundo está lleno de posibilidades y que todo es posible, por muy descabellado que pueda parecer. Por tanto no se puede decir que crea en tí (o ustedes, pues pueden ser más de uno), pero tampoco que no lo haga. Es así, por tanto, que mucha gente puede llamarme agnóstico, aunque yo personalmente no me hago llamar tal cosa. Simplemente pienso que es absurdo que la gente se mate en guerras sin sentido por algo de lo que no están seguros siquiera.

Deja que te haga una pregunta: Si de verdad existes... ¿Por qué dejas que pasen ésas cosas? ¿Por qué dejas que manchen tu nombre y tu legado por un puñado de dólares? No sé yo, pero si nos creaste, supongo que tienes que tener algo de sentimiento paternal. Una vez escuché una interesante teoría que se supone que responde a lo que te estoy preguntando: decía que Dios nos dejaba que cometiéramos fallos para que nosotros mismos aprendiéramos de ellos, como un padre que deja que su hijo se pegue de hostias con el Skate para que así aprenda a montarlo. Eso está bien cuando sabes que el niño es listo y aprenderá solo, pero no cuando el niño es tan retrasado que se está matando a sí mismo cada vez que intenta subirse al Sancheski. La cosa es... ¿No crees que ya es hora de, más que sea, mostrarte para acabar con todos esos problemas? ¿O es que acaso disfrutas con el dolor, la guerra y el sufrimiento? O peor aún, ¿no te importa un carajo lo que hagan tus creaciones? La verdad, yo preferiría creer que no eres tan capullo, pues decepcionarías a mucha gente. A mí ya ves, me la viene a traer un poco al pairo, pero gente que de verdad cree en tí empezaría a hacer cosas malas como matar a una persona, descuartizarla y violar lo que quede del cadaver. Quizás a tí te dé igual, pero a los que vivimos aquí abajo nos supondría una molestia bien gorda.

Si bien no puedo estar seguro de tu existencia, lo estoy al cien por cien de que no creo en ninguna Iglesia. Al menos, en ninguna donde los principios originales de respeto al prójimo han sido violadas hasta el punto de convertirse en xenofobia, homofobia y demás eufemismos que usamos aquí para referirnos a los ignorantes que no son capaces de respetar para ser respetados. No puedo apoyar a una supuesta agrupación espiritual sin ánimo de lucro que posea tantas riquezas y que no sea capaz de donar nada mientras le va diciendo a los creyentes que han de ser solidarios con los que menos tienen. Y como sé perfectamente que una figura puede malinterpretarse sin que el autor de la misma tenga culpa alguna (véase el Übermensch de Nietzsche y la posterior interpretación que hicieron los nazis para justificar su odio a todo aquél que no fuera de la raza aria), creo que puede existir un dios y puedo, a su vez, pasar olímpicamente de sus "supuestos" representantes. Es por eso que no me he cegado como han hecho muchos de los ateos a "no creer" y menos bajo el pretexto de que la Iglesia hace tal cosa o piensan de X forma, porque los ateos tambien pueden hacer eso sin estar sujetos a ningún credo o dogma religioso.

A lo que quiero llegar es a lo siguiente: Es posible que existas al igual que existe el ser humano, el águila calva o Sardina. Es posible, también, que no existas al igual que un policía hippie o la unidad de España. Si no hay pruebas físicas de tu existencia más que tu aparición en libros y películas al igual que con Superman o Sinestro, es muy lógico deducir que eres un personaje ficticio. Sin embargo, éste mundo ha probado ser bastante caprichoso y dado a las sorpresas. Por ello pienso que no hay que dar absolutamente nada por descartado, pero tampoco hacernos ilusiones. Aunque, pensándolo un poco, si yo fuera un Dios y veo que mi creación ha ido tan mal, intentaría hacer algo al respecto, pero bueno... No todos somos iguales, e imagino que tú serás distinto a mí. Sólo espero que, si lees esto, sepas que hay gente que se está muriendo por tu culpa y que alguien que permite eso durante tanto tiempo se merece todo el sudor que proviene de mis cojones.

Un saludo,

Marco Antonio Di Forelli

miércoles, 22 de octubre de 2014

Para todos los que lo están pasando mal...

Mucha gente tiene grandes pesares en su interior. Mucha gente se odia a sí misma y pasan los días y los meses echándose la culpa a sí mismos de cómo se sienten. Mucha gente piensa que la vida sólo es oscuridad y sufrimiento. Algunos, incluso, llegan a tocar el fondo del abismo, haciendo tambalear seriamente la cordura y la salud física de cada uno. ¿Que cómo sé eso? Pues verán ustedes...

Hace unos 3 años o así, Forelli no existía. Sólo había un niño con problemas llamado Marcos Suárez Hernández que nunca había tenido paz alguna en su vida. De hecho, era un niño que tenía ciertos problemas... Y el hecho de que no se le entendía agravó bastante el asunto. Una madre que no podía más y un padre que jamás supo comprenderle agravaron más el asunto. Llegados a cierto punto, Marcos se "enamoró" de una persona... Persona que tiene la misma madurez que un zapato aún a día de hoy. Lo que sentía por esa persona y los juegos mentales a los que me sometía hicieron que, lentamente, fuera descendiendo a los infiernos de mi mente. El odio a sí mismo por saber que jamás podría conseguirla, la frustración de saber que la chica dejó de verle igual aunque nunca llegó a pedirle salir, la pena por haber destrozado lo que hasta entonces había sido una larga relación de amistad, el sufrimiento por no decirle absolutamente nada a su familia porque no quería que se metieran en mi vida y porque confiaba en las personas equivocadas... Todo eso hacía que cada día se hundiese más en un oscuro vacío en el que me hundía cada vez más... Y más... Y más... Hasta que llegó la ira. No recuerdo haber sentido tanta ira en mi cuerpo nunca en mi vida. Mi pulso estaba por los aires, mi piel se tornaba completamente roja... Pero, al fin y al cabo, seguía estando destrozado por dentro. La ira no arregló absolutamente nada, además de empeorar mi ya maltrecho estado mental. Hasta que llegó el momento en el que, antes de cometer el que hubiese sido el mayor error de mi vida, me pararon y, poco a poco, vi lo que estaba pasando. A partir de ése momento, Forelli nacería e iría creciendo poco a poco. Cometería sus fallos, pero con sólo dos años y poco de vida ya se ha hecho todo un hombre.

Ésta es, a muy grandes rasgos y sin meterme en detalles, la historia de mi caída en el abismo. Cada uno tiene su propia historia. Es por eso que, quizás, peque de generalizar en esta entrada, pero que conste que lo hago para intentar ayudar al mayor número de personas posible. Aquí les dejo, de todo corazón, unos pequeños consejos para quitarse uno esos demonios internos que nos minan la autoestima:
  • No hay nada más importante que tú mismo, así que quiérete. En un mundo lleno de gente que te va a hacer daño sí o sí, en un mundo en el que el individualismo se ha convertido en egocentrismo y en el que la gente siente la asquerosa e impía necesidad de pisotear a los demás para conseguir sus objetivos, necesitas creer en tí mismo para mantenerte en pie.  Éste es uno de los puntos más difíciles, pero es el más importante de todos. Apréciate tal y como eres, y si quieres cambiar algo, que sea para sentirte más a gusto contigo mismo y no con los demás.
    • El odio hacia uno mismo no hace que seas mejor. De hecho, es algo que debes evitar. Es el odio lo que lleva a uno a hundirse en la espiral, y creo que con un simple giro de tuerca el círculo vicioso invertirá su polaridad. Verás cómo la alegría y las cosas buenas vienen cuando empieces a emitir energía positiva.
    • Busca, además, alguna actividad que te haga sentir bien, realizado. Yo tengo mi blog y es cierto que es una experiencia que recomiendo a todos, pero mucha gente no gusta de escribir o no se siente capacitada para ello. Sorprende al mundo con lo que más te guste y con lo que mejor sepas hacer.
  • Echa p'al carajo todo lo que sobre en tu vida. Cualquier persona, acción o circunstancia que no sólo no aporta nada bueno a tu vida, sino que además te la complica sobremanera es porque no merece estar ahí. Sácalo a patadas y verás que las cosas se pondrán mejor, aunque duela un poco al principio.
    • No importa que sea de tu familia o de amigos. Si tanto daño te están haciendo es que no merecen estar ahí. Sé que cuesta, pero verás que lo vas a agradecer. ¡A PATADAS!
  • Vigila bien tus compañías. Siempre van a haber amigos que sólo te quieran por interés y para pasarlo bien, pero sólo uno de verdad estará ahí pase lo que pase. No te digo que dejes a los otros de lado, pero te va a venir bien discernir entre ambos para saber cuánto puedes confiar en ellos. No te vayas de la lengua con los primeros ni te calles con los segundos.
  • Sé tú mismo, desinhíbete. La sociedad no es más que una sarta de prejuicios y mariconadas que rechazan a todo aquel que sea natural. Si los mandas épicamente a tomar por culo, verás que conocerás a personas que de verdad te aprecian por cómo eres y, por tanto, vivirás más feliz tanto con los demás como contigo mismo.
    • Ésto se aplica también a tu aspecto físico y forma de peinar o vestir. Tú y solo tú debes decidir sobre ello, y nadie más. Y al que no le guste, que se te agache a la altura del ano y lo lama hasta que quede limpio como la patena.
No obstante, quiero destacar algo por encima de todo: NO ESTÁN SOLOS. Sé que es muy normal sentirse solos cuando se pasa por una experiencia así, pero muchas veces somos nosotros mismos los que nos alejamos de los demás por diversos motivos (Para no hacerles daño, porque piensas que no te ayudarán en nada... Los motivos pueden ser muchos). No sólo no estás haciéndote ningún bien ni haciéndoselo a los demás, sino todo lo contrario. Lo mejor es contar con una persona que haya pasado por lo mismo para que esté a tu lado y te aconseje. Quizás no te garantice la mejora, pero al menos verás que la carga se va a hacer mucho más ligera.

Para no quitarles más tiempo del que ya les he privado, déjenme resumir todo lo que acabo de decir en unas pocas líneas: ámate, sé tú mismo y manda p'al carajo todo lo que te esté haciendo daño. Puede que lo diga como si pareciese fácil, pero alguien tiene que decírselo. No creo que la manera más adecuada de ayudarles es ponerme en un tono FrankMilleriano a decir que la vida es una mierda y tampoco creo que endulzar las cosas sirva de algo. Así es como yo salí de todo lo que me impedía crecer como persona y creo que todos deberían intentarlo, más que sea. No se rindan bajo ningún concepto, enséñenle al mundo de lo que están hechos y verán cómo esa tristeza se va a tomar por culo.

Espero haberles sido de ayuda.

domingo, 19 de octubre de 2014

Radio Forellia 1x01 y 1x02



Inicio de la nueva etapa de Radio Forellia donde, sin estar sujeto a periodicidad alguna, traigo a un invitado a cada programa para hablar sobre un determinado tema para que éste nos ilumine. En éstos dos programas tenemos a Adrianca contándonos cómo es la experiencia de viajar al extranjero en vacaciones y a Sarman contándonos su historia como culturista y como blogger. ¡Esperemos les guste ésta nueva etapa de Radio Forellia!

Entradillas Forellianas Nº 21: No me entero de nada

Muchos amigos cercanos a mí van a saber que lo que cuento hoy en ésta Entradilla es cien por cien verídico. De hecho, es una característica mía que me representa desde siempre y que, a pesar de que he hecho algún pequeño avance en ése aspecto, reconozco que no tengo el mismo nivel que los demás. Y es que, como bien reza el título de ésta entradilla, me cuesta captar las cosas. Pero no es que sea tonto o que cuando me hablen me entre todo por un oído y me salga por el otro... No, simplemente es que no soy capaz de ver ciertas cosas que el resto de personas sabe percibir facilmente. Cosas que muchos ya las interpretan a través de gestos sin necesitar siquiera de palabra alguna y yo no sólo no soy capaz de verlas, sino que creo que realmente no pasa nada hasta que no me lo dicen.

Vamos a poner un ejemplo: Yo no sé ver cuándo dos personas son pareja hasta que ya la relación está en un punto bastante avanzado. Tampoco soy capaz de darme cuenta de si dos personas están peleadas en una fiesta... Y un sinfín de cosas más. No obstante, me pregunto: ¿Es ésto algo bueno o malo? Siempre vendrá el típico tocapollas sideral que me dirá que por ésto soy un bobo y que soy un iluso...Qué se yo, las típicas gilipolleces de un neurotípico que se cree todas las mierdas que promueve nuestra actual sociedad, pero si me preguntas a mí... Creo que es algo bastante bueno, porque eso hace que jamás sea una chismosa de mierda aunque lo intentase. No soy persona de meterme gratuitamente en la vida de los demás y no necesito de saber de las mismas para rellenar algún hueco que pueda tener la mía, porque directamente no tengo alguno. Cierto que tener ésa habilidad me ahorraría algún que otro malentendido, pero tampoco es algo que lamente. Me alegro de poseer éste seguro anticotilleo incorporado y lástima que muchas otras personas no lo tengan...

Entradillas Forellianas Nº 20: Admiración por Italia

Es un país que, en muchísimos aspectos, se parece a España. Poseen las mismas raíces, sus lenguajes proceden del latín, hay en ambos una fuerte influencia del cristianismo católico, ambos atravesaron una dictadura de derechas militarista... Y un sinfín de paralelismos, parecidos y semejanzas que es bastante lógico que se den en dos países que son prácticamente vecinos. Y la verdad es que más allá de los escabrosos parecidos negativos que pueda tener con nuestra metrópoli (al fin y al cabo, venimos a ser una colonia de España) como pueden ser su auténtica devoción por el fútbol y la enorme cantidad de telebasura que poseen y la simple visión del lugar como un destino turístico de ensueño se esconde un lugar en la que su juventud, su arte y sus ganas por cambiar lo establecido le mean en la boca a sus respectivos españoles.

Para empezar, el cómic allá está muchísimo, pero muchísisisisisimo más extendido que aquí. No sólo porque se atrevan a traer cientos de obras que aquí en España no verían jamás la luz ni por asomo, sino porque también es un nido de creadores en bruto tales como Milo Manara y Hugo Pratt. Sin ir más lejos, recientemente he empezado a leer RanXerox, un cyborg hecho de piezas de impresora amoral y drogadicto que se tira a Lubna, una chica de 12 años también drogadicta y quizás más amoral que su novio, y espero analizarlo pronto. Otra es su enorme cantidad de bandas de Thrash Metal, género que refleja a la juventud que, como yo, está completamente disconforme con las injusticias establecidas y quieren poner su grito en el cielo de forma que se note. Sin ir más lejos, me encantan Alkoholizer y Hyades, siendo de Cerdeña y  Lombardía respectivamente (Tienen temas en el reproductor del blog, recomiendo encarecidamente la escucha de los mismos). Si bien es cierto que en los últimos años el país está pasando por una crisis tremenda y están más o menos en la misma situación que España, me encanta saber que hay un país que con los mismos problemas y el mismo pasado pueda tener una juventud mucho más comprometida y culta... A no ser que me esté equivocando, pero espero que no sea el caso. En fin, que al menos yo creo que me lo pasaría pipa en Italia y me sentiría como en casa... Por no hablar de la belleza de su idioma.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Entradillas Forellianas Nº 19: Dificultades sociales

No hace falta conocerme de toda la vida para saber que soy una persona que, según la sociedad que nos rodea, es bastante rara. Es algo que he podido presenciar durante toda mi vida: en el colegio, en la calle, en el instituto... Algo que, gradualmente, ha dejado de preocuparme y/o importarme con el paso del tiempo. Sin embargo, y ahora que me encuentro de nuevo en la Universidad, me he dado cuenta de una cosa más. Y es que, al estar mi vida siempre centrada en mi Asperger y mis problemas, nunca me paré a pensar en ello realmente. Además, era un simple niño (con bastantes problemas, pero niño) y no me paraba a pensar en éstas cosas, pero uno se hace mayor y se para a pensar... Y efectivamente, me he dado cuenta de una cosa: Me cuesta muchísimo entender a la gente. ¿Por qué? No lo sé a ciencia cierta. Quizás influye tanto el hecho que sea Asperger como que siempre fui un negado para toda convención social que se precie (además, éstos conceptos van de la mano), pero no sabría decir completamente el por qué.

Es decir, siento como si me costara horrores tratar con las personas que no conozco tanto, como es el caso de mi clase en la Universidad. Y ustedes me dirán "Pero Forelli, pero si éste es tu segundo año en la carrera, ¿cómo es que estás empezando a tratar con ellos ahora?" Pues porque me cerré y aferré a los dos compañeros afines que tenía en clase (Néstor y Alejandro, un saludote si me están leyendo) y casi ni me relacioné con el resto de la clase. Ahora que se han ido y me he quitado varios pesos de encima, creo que es hora ya de que conozca a la gente. Es ahí cuando veo que aún se me escapan ciertas cosas. Por ejemplo, a veces no sé distinguir cuándo una persona está bromeando, habla en serio o se está riendo de uno (ésto me pasa con unas pocas personas nada más y con unas mucho más que con otras, pero lo cierto es que frustra una barbaridad). Otras veces siento como que algunos me tratan de forma distinta desde que saben según qué cosas de mí, incluso que algunas me tienen asco...Y bueno, en muchos de los casos o me llevo estupendamente con la gente o no nos cruzamos más que algunas palabras, pero se me hace bastante difícil entender a todas y cada una de las personas con las que trato día a día. Cierto es que cada persona es un mundo y que no siempre es posible compatir con todos, pero... La verdad es que a mí me cuesta muchísimo más que a cualquier otro. No obstante, no me voy a desanimar por eso. Simplemente sigo viviendo, como me diría una compañera, y que las cosas hagan lo que tengan que hacer.

domingo, 12 de octubre de 2014

The Voice Of Lyrics Nº 28: Reflexionando sobre la muerte de un ser querido

Creo que todos hemos meditado sobre éste tema, al menos, una vez en la vida. La mayoría vivimos nuestro día a día sin que nos pase siquiera el tema por la cabeza hasta que, por algún giro de esos que suelen pegar los acontecimientos, una persona cercana a nosotros llega hasta el final de ese duro y escabroso camino que es la vida y nos deja para siempre. Y yo no soy para nada una excepción, y necesito sacar de mi fuero interno los sentimientos que ésta situación en mí provoca. Y como soy un tío bastante extraño y me encuentro solo en éstos momentos, lo haré como mejor sé: Escribiendo.

Hace casi medio año perdí a una persona muy importante. Una persona a la que siempre quise, quiero y querré con toda la fuerza de mi ser. Una persona a la que no veía mucho en los últimos años, pero que siempre me recibió entre sus brazos con todo el amor del mundo y que me dedicaba un amor que me hacía pensar que, de alguna manera, las buenas personas seguían existiendo en el mundo. La noticia, recibida a través de los labios de mi madre mientras yo dormía una mañana de Mayo, sacudió todo mi ser como una descarga eléctrica. Lo primero que se pasó por mi cabeza fue la soledad que a partir de entonces embargaría a su pareja. Tantos años de vida juntos, experiencias y vivencias que llegan a un desgraciado fin. Es lógico que quien note más su ausencia sea la persona que más cerca estaba de ella. El simple hecho de pensarlo me hace sentir como una auténtica mierda. La tristeza del asunto me supera y provoca que una persona como yo, que siempre parece estar fría y distante en ciertos momentos, sienta una pena terrible.

Siempre quedará en mi su recuerdo, su bondad, su alegría y las enseñanzas que me otorgó. Sin embargo, me apena saber que no podré verle más. Debe ser que he llegado a un punto donde, a pesar de mis despistes y defectos, soy más consciente que nunca del mundo que me rodea y siento que uno de los pilares que me hacían creer en el mundo ha desaparecido. Sin embargo, ella nunca habría querido que me rindiese y sé de buena fe que estaba bastante orgulloso de mí. Sobre todo, me enorgullece bastante saber que, antes de morir, estuviese contenta porque me había visto hacía poco y se sentía orgullosa de mí. No puedo fallarle a una persona que siempre tuvo tanta fe en mí... No puedo. Mi forma de ser me impide que le haga semejante feo a su memoria. Y no lo haré, pase lo que pase. Creo que siempre debe quedar en nosotros lo que esa persona ha aportado a nuestras vidas, honrando así su memoria.

Es más, ahora pienso en todas aquellas veces que quise quitarme la vida y pienso la gran tontería que habría sido. Causar tanto dolor y sufrimiento en las personas que quiero por simple egoísmo y gilipollez de uno... Sólo un monstruo desalmado y sin escrúpulos sería capaz de cometer semejante barbaridad, y ése no es mi caso. Siempre hay que creer en uno mismo o, si no, nada funcionará.

Espero que, en caso de que exista una vida después de la muerte, se encuentre en el mejor de los paraísos y que sepa que tanto yo como el resto de la familia no le olvidamos.

Abuela, no tengo más que buenas palabras para tí. Muchas gracias por haber pasado por mi vida y espero volver a verte algún día.

Ahora tengo que seguir adelante y no rendirme nunca, tal y como tú me habrías aconsejado...

viernes, 10 de octubre de 2014

Me siento como si fuese padre

¿Y eso por qué? Como muchos han oído decir de mis labios, éste blog es para mí como un hijo para mí. Hemos crecido juntos, tanto yo con él como él conmigo, con el paso de los años y a base de escribir entradas. Y, de hecho, seguimos ambos creciendo juntos. Pero la cosa no para ahí, no. A todo el mundo le recomiendo abrirse un blog, puesto que es una experiencia muy bonita y que puede ayudar bastante a todo aquél que lo necesite. Hay muchos que no me hacen caso o que dicen que ésto no es lo suyo, pero hay dos personas que, por el momento, han seguido mi consejo y, por tanto, me siento como si fuese el padrino de dichos sitios.

El primero de ellos es Aeterna Delirium, blog perteneciente a mi buena amiga Eresth Holyblade. El sitio está recién construido y sólo ha escrito dos entradas a día de hoy, pero son dos entradas intensas y llenas de un contenido que abrirá los ojos de más de uno y revolverá las tripas de los más sensibles. Una futura promesa a la que convendría dar un pequeño empujón para que pueda ver las estrellas y depurar mucho más su contenido y su forma de llevar las entradas a cabo. El blog en cuestión es éste: http://aeternadelirium.blogspot.com.es/ y espero que se lo gocen tanto como he hecho yo.

El segundo, más reciente pero, a la vez, más antiguo, es el de Rebeca. Hablando con ésta mujer, le hablé sobre éste sitio y, de hecho, lo ha visitado más de una vez, mostrándose encantada con el contenido. Como es costumbre, yo le animé a abrirse el suyo... antes de que me dijera, en secreto, que tenía uno hecho y medio abandonado (ojo, lo digo ahora porque ya no es secreto, el blog acaba de reabrirse). Tras emocionarme al presenciar tal reencuentro madre-hijo (lo siento, es la simbología que los blogs tienen para mí), la animé a que lo reabriese. Hoy ha escrito su primera entrada en 10 meses y me alegro enormemente. El sitio se llama Tal Cual Lo Veo, Tal Cual Lo Reflejo y lo que hace es precisamente eso, reflejar todo lo que ve y expresar lo que piensa sin temer lo que nada ni nadie diga. Asómense por aquí: http://talcualloveotalcualloreflejo.blogspot.com.es/ y verán de lo que les hablo.

Aquí tienen a mis apadrinadas, espero que en un futuro crezcan bastante y lleguen a los niveles a los que hemos llegado todos los miembros de la Comunidad Blogger e incluso más. Eso sí, para ello necesitan de su apoyo. Tómense un poco de tiempo para leer sus entradas, piensen sobre ello, comenten sus opiniones, compartan las entradas con sus conocidos si les gustó... En definitiva, aporten un poco su granito de arena. Ya han visto que, en mi caso, se puede conseguir bastante. Si quieren contenido de calidad, merece la pena estar ahí desde el principio.

Gracias por tomarte tu tiempo en leer esta entrada y espero que éste sea el inicio de un nuevo Baby Boom Bloggero (Y que ustedes se lo gocen como perras).

miércoles, 8 de octubre de 2014

Entradillas Forellianas Nº 18: Sueños de un futuro pasado

Los sueños son un producto de nuestro subconsciente, dónde toda la información que nuestro cerebro posee (la conozcamos o no) empieza a tomar una forma de vivencia o historia muchas veces sin lógica alguna, otras veces desternillante... Pero también, y en ciertos casos, preocupante. De todas maneras, no vengo a enseñarles qué es un sueño. Vengo a hablarles de unos que a veces tengo yo. A veces sueño con escenas cortas en las que me encuentro en primera persona y en los 3 segundos que dura sólo me da para fijarme en ciertos detalles como el lugar, lo que estoy haciendo y las voces que se escuchan de fondo (aunque lo que más información me suele dar son los pensamientos que suelo tener en ése momento y que, muchas veces, termina en una frase diciendo "Coño, ésto lo soñé yo"). Éstos sueños llegaron a preveer que, por ejemplo, mi relación con la pariente de Clara Lago iba a terminarse (y no de una forma buena) o que iba a terminar estudiando en la ULPGC. Sin embargo, sé que le pasa a mucha más gente por lo que me han dicho, pero yo me pregunto... ¿Por qué?

Muchos dirán que el cerebro es tan avanzado que con los datos que posee puede realizar predicciones de futuro... Y no lo niego, pero yo, que soy dado a lanzarme hacia teorías más locas, he creado la mía, que intentaré resumir en éstas líneas: Siempre ha existido la polémica de que el tiempo puede ser cíclico (que, llegados a un punto, la historia vuelva a repetirse desde el principio) o lineal (que no sólo no se repite, sino que en algún momento llegará a su fin). Pues bien, yo tengo la loca idea de que el tiempo no es ni uno ni otro. De hecho, es posible que el tiempo sea un organismo vivo en el que pasado, presente y futuro fluyen a la vez, separado por unas barreras vibratorias que permiten que no se mezclen unas con otras. Físicamente no podemos atravesar éstas barreras, pero psíquicamente sí. Lo que sucede es que sólo podemos atravesarlas inconscientemente en sueños y, al no poseer la fuerza suficiente para estar allí mucho tiempo o el miedo a saber más de lo que se debería sobre el futuro hacen que éstos viajes intertemporales no duren demasiado. No digo que sea cierto, pero... ¿Se imaginan que ésto sea cierto? La forma de ver el tiempo y las posibilidades de interactuar con él cambiarían de una forma acojonante... Como se dice en lengua anglosajona: Food for thought.

viernes, 3 de octubre de 2014

La Crítica del Mes (Octubre 2014): Trastornos subnormalicios

Todo el que me conoce, sabe algo sobre mí que me define desde mi más tierna infancia. Sin embargo, y como sé que en el público hay gente que no me conoce tanto, lo voy a decir de todas maneras: Me encanta comer. Si, ME ENCANTA COMER. ¿Algún problema? "Es que eso no es sano, así te pones gordo y no guardas la figur--" ¡CÁLLATE LA PUTA BOCA! Lo dices como si porque me encante comer estuviese engullendo las 24 horas, coño. Y la verdad, no entiendo esa obsesión insana de infravalorar la comida por el simple hecho de tener un físico "perfecto" que la sociedad ha cogido desde hace un tiempo para aquí... Los causantes son, como no, las empresas y los medios de comunicación con sus putos anuncios de moda, donde nos venden (sobre todo a las mujeres, pero a todos en general) que un cuerpo delgado es un cuerpo perfecto, y que si no lo tienes no eres bella. Que para ser la "reina" de la fiesta debes echarte no se cuántas mierdas en la cara que valen más de lo que gana un español medio en tres meses, debes hacer dietas "milagrosas" elaboradas por revistas con la misma fiabilidad que una escopeta de feria y vestir ropas que, aparte de ser lo más feo que he visto en mi vida junto a Sardina, tienen la talla de un niño de 4 años. Toda esta sarta de mierda y basura que acabo de contar (y otras muchas más) ha originado que la gente ya no se ame a sí misma, que se pierda el respeto a su cuerpo en pro de conseguir lo que la tele nos vende o las tallas que usan las modelos de París.

Pues bien, ésta obsesión colectiva, como todo virus que se precie, ha evolucionado y en muchos casos se manifiesta bajo la máscara de los trastornos alimenticios. Hay muchos que no tienen que ver nada con el tema que estoy abordando como puede ser cualquiera de los existentes trastornos de Pica y hay una gran cantidad de transtornos que se ajustan a nuestro tema, pero que he querido dejar fuera porque son muchos y el tiempo es poco, por lo que me voy a centrar en los dos más famosos: La anorexia y la bulimia.