sábado, 27 de septiembre de 2014

The Voice Of Truth Nº 25: Del racismo y su nulo sentido en la humanidad

Vivimos en un planeta muy grande. No el más grande de la galaxia ni del universo. Mierda, ni siquiera es el más grande de nuestro sistema solar, pero para unos seres tan ridículamente microscópicos hablando a escalas cósmicas como somos nosotros, esta bola de barro y agua es enorme. Sin embargo, no se puede decir que seamos el único planeta con vida inteligente por dos motivos: Nuestra especie hasta el momento aquí presente ha demostrado tener más avaricia que inteligencia y, además, hay una gran cantidad de posibilidades de que realmente haya mucha más vida en el universo de la que creemos, peeeeero como acabo de comentar no hemos hecho contacto con ninguna especie inteligente extraterrestre, por lo que sólo nos tenemos a nosotros mismos (los humanos) para comunicarnos.

Tenemos una asombrosa variedad de las mal llamadas generalmente razas (Pues en esencia todos nosotros somos Homo Sapiens aunque tengamos rasgos, colores de piel y complexiones diferentes, es decir, somos una sola raza) y con ellas cada una aporta sus culturas, comidas típicas, rituales, formas de pensar... Todas ellas respetables y tolerables (no siempre nos van a gustar todas, claro está) siempre que se respeten la libertad y los derechos de los demás (ya sean personas pertenecientes de la propia cultura u otras ajenas a la misma) y no se haga un daño gratuito a los animales. Esto me hace plantearme muchas preguntas, entre ellas la que nos sumerge de lleno en esta nueva edición de VOT: ¿Por qué siempre hay gente que se dedica a odiar a otras razas? ¿Por qué tanto odio, tanto rechazo y tanta mierda? ¿Por qué esa pseudo-necesidad de joder a otros por el simple hecho de no ser como uno?

A lo largo de toda nuestra historia como especie, siempre ha existido un odio irracional hacia lo distinto. No hay más que ver la inmensa cantidad de guerras étnicas y genocidios perpetrados desde una raza que se encuentra en el poder (que no superior, ojo, ninguna raza es mejor que otra) a otras que se ven en una situación mucho más desfavorable. No tenemos más que virar un poco la cabeza hacia atrás y nos encontraremos cómo la "raza aria" de Hitler asesinó a un total aproximado de 6 millones de judíos, o el asesinato de unas 8000 personas y los 8350 aún desaparecidos de la Masacre de Srebenica en el 91, o cómo los hutus erradicaron casi por completo a los tutsis en Ruanda en 1994, o incluso, a día de hoy, Israel (pueblo judío compuesto por las familias de quienes fueran los supervivientes del Holocausto Nazi) bombardea a Palestina, matando a miles y miles de palestinos que no deben culpa de nada. Sin embargo, las ideologías que defienden la superioridad de su propia raza sobre otras (y, por consiguiente, la perpetración de semejantes canalladas) son una auténtica sarta de tonterías y falacias. Los nazis, por ejemplo, basaban su ideal de superioridad en la malinterpretación del maravilloso concepto del Übermensch (Superhombre) que en su día nos proporcionó Friedrich Nietzsche. Los israelitas se consideran la raza elegida por Dios debido a la interpretación literal de sus sagradas escrituras (en su caso, la Torá), cuando realmente éstos libros no son más que historias creadas para transmitir mensajes y parábolas y no deberían ser tomados al pie de la letra. Me viene a la cabeza, incluso, cómo Inglaterra justificaba la colonización y el imperialismo bajo la excusa de que llevar e imponer la cultura, la religión y las costumbres de la que ellos eran partícipes a los países sometidos era el deber del hombre blanco.

Lo más triste de todo esto es que, después de millones de años de historia, no hayamos sido capaces de aprender que poco importa nuestro color de piel, nuestros rasgos faciales, nuestras estaturas medias, nuestras culturas, nuestras formas de pensar. Todos somos iguales y merecemos que se nos respete y trate como tal. Siempre vamos a tener diferencias, pero la cosa está en saber respetarlas y no creerse superior a los que son diferentes a tí. Por poner un ejemplo, yo no soy ni vegetariano ni vegano y tengo amigos y conocidos que sí lo son. ¿Voy a llevarme mal y a hacerles la vida imposible sólo por eso? No, y además al hacerlo estaría perdiéndome la oportunidad de conocer a personas maravillosas que pueden aportar mucho a mi vida por el simple hecho de cerrarme en banda. Mucha gente debería salir fuera de los dogmas y doctrinas que su sociedad les impone y ser capaces de ver más allá de lo que sus congéneres no han podido ni querido siquiera atreverse a echar un ojo. Con algo tan sencillo como respetarse y tolerarse unos a otros no sólo obtendremos una vida con más paz y tranquilidad fuera del odio y el miedo, sino que tendremos una mezcla de culturas que podrán ampliar nuestras miras de una forma bastante grande. No sé ustedes, pero yo me limitaré a parafrasear una épica frase que a mí me encantó de una película que, simplemente, se encuentra entre mis favoritas: "La vida es demasiado corta para vivir cabreado", y menos para vivir cabreado y sin motivo alguno, así que piensenlo.

Bueno, espero que les haya gustado volver a verme en acción con algo tan grande tras tanto tiempo sin escribir un VOT (de hecho, el Nº 24 fue escrito en Enero y éste empezó a ser redactado en Febrero, pero por motivos que escapan a mi competencia me he retrasado hasta hoy). Como siempre, mi único objetivo es abrirles un poco los ojos a esos que tienen los ojos vendados y reflexionen todos un poco. Para complementar a ésta entrada, vuelvo a traer una canción de Ska-P, siendo en éste caso Intifada, una fuerte crítica a lo que Israel está haciendo con Palestina:


Y recuerden...
'Cause nobody can silence THE VOICE OF TRUTH!

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