viernes, 5 de septiembre de 2014

Forelli en Chicharrolandia, día 1

Vale, esto va a coger a muchos de los lectores por sorpresa. ¿Qué está haciendo Forelli en la isla de al lado a escasos días de que comiencen las clases en la Universidad? Pues en realidad yo estoy tan sorprendido con ustedes, pues la idea del viaje surgió a principios de ésta misma semana. Mi madre quería ver al Hermano Pedro, un santo de la religión católica nacido en el municipio de Vilaflor (que está a tomar por culo de toda civilización, ya sea humana o extraterrestre) al que, según mi madre, le pedí un hermano con 10 u 11 años. Además de eso, quería pasar con nosotros unas vacaciones, por muy pequeñas que fueran, antes de empezar de nuevo nuestras respectivas rutinas. Pues por ello es que he tenido que aplazar bastantes planes con amigos para otro día y he venido hoy aquí, a Chicharrolandia.

Empezamos el día temprano, a las 7 y media de la mañana, para dar los últimos retoques a nuestros equipajes (yo lo hice la madrugada anterior según llegué a mi casa, pues estuve dos días en la de mi amigo Sánchez) y salimos hacia Agaete para coger el Fred Olsen (ferry que realiza rutas entre las islas desde hace bastante tiempo). A eso de las 10 llegamos a Tenerife, con sueño y hambre, pero también con muchas cosas que hacer por delante.

El interior del barco

Si se fijan bien, podrán distinguir la frente de la empotrAda de fondo. Ésta foto fue sacada a los 15-30 minutos de partir el barco

Tras llegar a Santa Cruz y pegarnos como una hora de viaje en autopista, llegamos al municipio de Candelaria para contemplar la iglesia con su respectiva Virgen (yo pasé, para ver vírgenes me voy a San Telmo). Otra hora de viaje después, llegamos a la zona de El Médano, para la zona sur de la isla (está mas seca y muerta que la vagina de la Señorita Rottenmeier) para ver al Hermano Pedro, Según pude observar, se pueden escribir cartas a dicho santo ya sea en una libretita que hay en la misma sala del santo o en un papel que tu lleves encima para dejárselo ahí cerca. Yo, como buen creyente en el único Dios que jamás ha existido, le escribí una amistosa nota al santo:

Por si no se entiende mi letra, dejo aquí la traducción: "Querido hermano Pedro: ¿Tendría usted un momento para hablar de nuestro señor, Thaal Sinestro de Korugar? Él sufrió y cayó por el mal camino para salvarnos a todos, pero finalmente se redimió salvándonos de los Guardianes del Universo matándolos uno a uno, vengando así la destrucción de Korugar, su planeta natal. Como verá, su historia es más entretenida y verosímil que la del Dios judeocristiano, por lo que propongo una conversión inmediata de todos los fieles empezando por cambiar los símbolos: (Tacha la cruz cristiana y pongo el logo de los Sinestro Corps). Con muchas ganas, Forelli, profeta de la Iglesia Sinestrina."

Hecho ésto, nos pegamos un tute bien gordo para ir a Vilaflor (repito, a tomar por culo del mundo) para comer. Durante otra cantidad gorda de tiempo estuvimos en el coche de vuelta a Santa Cruz para que mi madre pudiese encontrarse con una amiga, tiempo que dediqué a buscar las tiendas de cómics de allí... Por desgracia, no tuve éxito. Lo único que encontré fue el papel higiénico más fino del mundo en los baños del Centro Comercial Meridiano y unas camisotas en Primark:

 Ésto más que un papel de una sola capa, es un papel de media capa...


Creo que me arrepentiré el resto de mi vida si no me llevo al menos una de éstas camisas antes de volver...

Finalmente y tras andar más perdidos que Wally en la parte norte de la isla hemos llegado al hotel donde nos hospedaremos éstas dos noches y desde donde les escribo hoy, donde he comido uno de los mejores manjares jamás creados por el hombre (puré de papa) y donde me espera en mi cuarto ésta voluptuosa fémina con hambre de cuca:

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Corre a la cama, Forelli. Deja de soñar despierto.

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