martes, 8 de octubre de 2013

Momentos Bizarros de mi Vida #5-S: 07 de Octubre de 2013, un día con mucha suerte

Ayer era lunes y la WWE había emitido el día anterior el PPV llamado Battleground, por lo que, como marca la tradición entre colegas, fuimos Cristian y yo a verlo en casa de Sarman... Con el propio Sarman, claro. Normalmente hacíamos esto por la tarde, pero hay un problemita: Yo por la tarde tengo clase y la madre del susudicho Sarman acapara el ordenador en cuanto llega, por lo que tenemos que ir los lunes por la mañana temprano a su casa.

Después de ver dicho programa y de descojonarnos lo típico con nuestras paridas llanoparrenses, me di cuenta de que me dejé mi almuerzo en casa: dos latas de mejillones en escabeche, unos panitos bizcochados para mojar y dos manzanas Fuji. Le pedí un poco de caridad a Sarman, por si podía ofrecerme algo para, más que sea, aplacar el hambre hasta por la tarde. En efecto, pudo darme un vaso de leche con Kaba (un colacao de vainilla bastante bueno) y salvado de trigo y un yogur de pastel de limón que se le caducada ese mismo día. Este fue el primer golpe de suerte del día. Después de seguir haciendo el pinga en la casa de Alex Sarman, fuimos al IES Guía (Sí, ese al que me fui y del que me marché, todo por culpa de una misma persona) para que ellos fueran a pedir el título de Bachiller y yo pasar, ver si alguna escoria de por allí me reconocía, escupir en la entrada y observar si había cambiado nada. En efecto, no escupí no una, sino dos veces en la entrada del instituto, la gente o no me vio, o no me reconoció, o no me quiso ver y, en efecto, no había cambiado NADA, excepto que habían más cuadros de "uuhu estamos orgullosos de ser campeones de un torneo de fútbol que no le importa a nadie". Segundo golpe de suerte.

Luego cogí la guagua, no sin antes hablar con mis amigos para ver que querían ir a Las Palmas un día conmigo, cosa que me honró mucho. Luego tuve un día bastante normalito, ni aburrido ni excesivamente divertido. Aprendí cosas, de hecho. Bueno, lo guapo es que recibí un mensaje de Facebook de Alexis Quintana, dueño de la tienda de cómics y camisas de metal Urban Comics, situada a unos cinco minutos andando desde la Facultad en la que estudio, diciéndome que ya le habían llegado las novedades de ECC (en este caso, las que me intere interesaban eran Liga de la Justicia y Green Lantern. Normalmente me hago Superman, pero ahora GL está costando más por una causa especial, por lo que hasta que vuelva la normalidad me veo obligado a renunciar a ella). Me sorprendo cuando el tío me ve entrando y me dice "Hey, tío, ¿viste que te mandé por Facebook que llegó ECC?" Y eso fue el principio de una larga conversación de 25 minutos en las que hablamos de las ediciones que realiza ECC, preferencias personales de cada uno, puesta en común de nuestra afición a Grant Morrison, comparación de tiendas... En definitiva, hace tiempo juzgúe mal a ese tio y en días como estos me arrepiento y me doy cuenta de muchas cosas, ya hablaré de esto en su respectivo FrikiAnálisis. Tercer golpe de suerte.

Yendo a coger la guagua, creí que iba a estarme solo durante el camino haciendo véte a saber qué (leyendome la Liga de la Justicia #18 o el Green Lantern del mismo número, jugando a Angry Birds...) Y cuál es mi sorpresa al ver que mi amiga Blanca, propietaria del blog In my Dreams You Will always Stay (sítio muy poético, tipo las cosas que le molan a mi señora Wonder Woman) va a ir en la misma guagua que yo. Así nos pasamos todo el viaje hablando y hablando, haciendo del viaje algo mucho más ameno. Cuarto golpe de suerte

Al llegar a la parada y despedirme de ella, voy a la máquina expendedora de la estación y voy a pillar uno de esos bocatas de paquete por 1,20 euros. Los meto, pulso el número del bocata y... Se quedó al filo, a punto de caer, pero estático. Me cagué en la puta y miré para atrás. Al ver que la guagua no salía aún, decidí agitar la máquina hasta que cayera mi bocadillo. Y cúanta fue mi suerte que no sólo cayó mi bocadillo, sino que también cayeron una chocolatina y un paquete de Skittles (o como mierda se escriba, nunca me han gustado). Al final me salió baratísimo todo. Quinto y último golpe de suerte del día.

En resumen, el día ha sido normal, pero ha tenido un aura de buen rollo y fortuna que me ha encantado, ha sido muy especial a su manera. Y tambien encuentro todo un poco raro, por lo que es merecedor de entrar en los anales de Momentos Bizarros.

¡Hasta la próxima bizarrada!

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